El Monumento al Indio: símbolo de nuestras raíces y de nuestra Fortuna
En la entrada de Concepción se alza imponente un emblema que ha marcado generaciones: el Monumento al Indio, un tributo a los primeros habitantes del continente y el más alto de toda América en su tipo, con 45 metros de altura. Esta estructura no nació como una obra artística tradicional, sino como una transformación histórica: su vértebra es una antigua torre de comunicaciones que, según cuentan en el pueblo, sirvió para comunicarse con Europa durante la Segunda Guerra Mundial y en tiempos de la Guerra del Chaco.

Fue inaugurado en 1961 como parte de los festejos del sesquicentenario de la Independencia Nacional y desde entonces se convirtió en símbolo de fuerza, identidad y herencia cultural. Es precisamente por eso que forma parte del logo de Yerba Mate Fortuna: porque representa lo que somos y de dónde venimos.
Así como el tereré y el mate forman parte inseparable de nuestra vida cotidiana, el Monumento al Indio nos recuerda nuestras raíces profundas y el orgullo de mantener viva una tradición que nos une como pueblo.
En Fortuna, ese espíritu ancestral está presente en cada sorbo. Porque ser feliz es la nueva fortuna, y honrar nuestras raíces es parte del camino.
